Los jovenes y la esperanza.
Los jovenes y la esperanza.
En mi opinión todas las personas tienen sus pensamientos estructurados en tres niveles:
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Pensamientos propios: propios de su experiencia, que dependen de sus sentidos; y de las conexiones neuronales que se hayan establecido.
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Pensamientos de los iguales: provienen de sus iguales, el entorno social más próximo
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Pensamientos de los mayores: son las normas provenientes de las imposiciones y educación de todas las personas con ascendente sobre el individuo.
Los jovenes, en mi opinión, lo que tienen es una falta de esperanza total, en su futuro. El futuro es su vida, y a la vez no es nada, por eso debemos de cuidarlo como si fuese frágil la esperanza. La esperanza es tenaz, y no tenerla es igual de tenaz, pero no es capaz de crear nada.
Y de esa falta de esperanza surgen actitudes existencialistas hedonistas, que sólo buscan lo placentero. Esto se refleja en su modo de diversión, individualista en extremo, y al mismo tiempo grupal en extremo. Esto que en si mismo es contradictorio no lo es, o por lo menos no lo debe de ser, ya que el grupo que lo hace es bastante homogéneo en cuanto a esa “contradicción”, y la explicación debe ser unitaria. A ver si llego a ella.
Empezaré por el nacimiento, actualmente se produce en parejas maduras, que han aplazado la maternidad por unas condiciones económicas difíciles. En general no se puede decir que se viva en la indigencia, que algunos hay, pero las necesidades materiales dignas para la vida, en estos tiempos, son superiores a lo que se puede llegar con el dinero que se consigue por el trabajo. Por eso es necesario aplazar la paternidad hasta que se consiguen una cultura material adecuada.
Con estas limitaciones el número de hijos es escaso, son fundamentalmente hijos únicos o dos a lo sumo. Este aplazamiento de la paternidad provoca una sobreprotección en el recien nacido. Y los niños aceptan la superprotección encantados, cuanta más atención le presten mejor. La superprotección es una droga para ellos de la cual no quieren prescindir. Pero las necesidades, ahora con el nuevo individuo, son mayores; y la madre tiene que ponerse a trabajar de nuevo, guardería.
El niño de unos 3 años superprotegido, debe ser dejado en una guarderia. El niño medio traumatizado por la separación; la madre triste por separarse del niño, y por empezar a trabajar. Los niños requieren atención casi constante, pero las madres recurren a trucos para que las dejen tranquilas en determinados momentos. Si se tiene la suerte de poder disponer de los abuelos, mejor.
Los niños superprotegidos están escasamente socializados, y la convivencia en estos lugares se hace difícil, y los niños sufren. Tan sólo es cuestión de la pericia del personal de la guarderia, y del número de niños que haya. Pero la elección de la guarderia se hace sobre todo por comodidad, y las madres no terminan de estar del todo contentas.
Los horarios de la guarderia tampoco son los adecuados para compatibilizar con la vida laboral. Y los horarios de la guarderia tampoco son adecuados para los niños, jornadas tan largas, levantándose temprano, no es lo mejor para ellos.
Los horarios de adaptación para los niños en las guarderias, cuando se cumplen, ocasionan graves trastornos a las madres. Pero si la madre no tiene carnet, o no tiene coche, le toca al padre.
Este horario hace que el niño se convierta en una tarea desagradable, y el niño no se siente no querido cuando van a recogerlo. Esto es para él lo más duro, esperaba encontrar cariño cuando llegasen sus padres, y no lo encuentra, decepción. A medida que se hacen los horarios normales de guarderia, se vuelve normal la actitud, y el niño entiende como normal esta falta de cariño.
En casa encuentra a sus padres cansados después de una jornada laboral larga, no tienen ganas de jugar, porque tiene que preparar además las cosas para el dia siguiente. Tampoco encuentra el cariño de antes, ha pasado de la superprotección a la falta de cariño. El sustituto ideal es la televisión, o el video, que lo entretiene a costa de interferir en su educación. O un sinnúmero de cacharros para que el niño se “entretenga”.
Esto que en principio para una cosa inocente tiene unas repercusiones importantes en su educación. Hay un montón de estímulos visuales, y aprende a aprender visualmente. Las imágenes discurren con mayor velocidad de la que puede comprender, y el pensamiento se hace espontáneo. Sin posibilidad de una articulación lógica, con su lógica.
Con este tipo de aprendizaje se fomentan los preconceptos, y no estimula la reflexión. La inteligencia, en cambio, se vuelve más rápida. Dan la impresión de que los niños están muy espabilados, y que son muy inteligentes.
Tambien ocurre que como los padres no tienen mucho tiempo, tampoco enseñan a los niños a resposabilizarse de pequeñas tareas, ellos tardan menos que el niño. Por lo que el niño no aprende a concentrarse y esforzarse en las cosas. Esto es congruente con los aprendizajes visuales y rápidos. El niño se vuelve perezoso, incapaz de hacer nada, pero dando muestras de inteligencia; el niño será ingeniero o abogado, el niño para estudiar, vale; no importa que no haga nada, eso lo aprenderá cuando lo necesite, es lo que piensan los padres.
El niño socializado de manera forzosa en la guarderia, donde el ambiente puede ser muy duro. Allí se establecen 2 grupos, el de los dominantes y el de los dominados. El comportamiento es puramente animal, la guarderia es la jungla. La esfera de los pensamientos de los iguales recibe los pensamientos de la jungla, dominantes y dominados.
El grupo de los dominados son por lo general niños inseguros y ensimismados. La inseguridad viene de la falta de cariño.
El grupo de los dominantes, está estratificado; uno o varios jefes, el resto seguidores. El jefe es un niño que destaca por alguna razón, el que más habla, el que más vocea o el más ágil mental. Todas estas cualidades se acentúan con una mayor diferencia de edad. Pero sobre todo son niños inseguros en sus familias, y modo de tener seguridad es el imponerse al grupo. Como tratan a los dominados es un reflejo del trato que reciben en su familia. La evaluación psicológica puede ser sencilla, y la actuación correspondiente, posible.Es irresponsable no hacerla o por lo menos no decirla, para que haya una intervención externa. El daño que hacen a los dominados es muy grande, y lo grave es que se pueden evitar, en buena medida.
Los niños pasan toda la jornada de trabajo de sus padres en la guardería, se hace por tanto importante la guardería. Adquiere importancia la esfera de los pensamientos entre iguales, y la influencia de los otros niños se hace más patente. Sobre todo en cuestión de juegos y palabras.
Las palabras sorprenden a los padres, e intentan corregirlos. Estableciendo una primera barrera entre los niños y sus padres. Y también intentan jugar con sus padres, pero los juegos no son los que les enseñaron, son por lo general más dinámicos. Los padres se encuentran casados del trabajo, o los años que no pasan en valde.
Se ha establecido una separación entre los niños y sus padres. Se pasan más tiempo con sus iguales, y aquí es donde encuentran la atención y el cariño que necesitan.
Los padres intentan compensar la escasez de las relaciones mediante la compra de juguetes. Caros y frágiles, y por tanto no para jugar con sus amigos; que no se van aprovechar del juguete del niño, y además lo pueden romper.
Los padres entran en una competición para ver quien le compra la cosa más cara. Los niños, con su habitual crueldad, pregonan lo que les han comprado a otros niños, fomentando la envidia de los padres, y, si pueden, entran en la competición.
Los niños entran en este juego por competir con sus iguales, y para comprobar su dominio sobre sus padres. No hay que olvidar que los padres tienden a compensar con regalos la falta de atención y de cariño, y los niños sabiendo esto explotan la situación todo lo que pueden. Llegan sin ningún pudor a la crueldad.
Esta crueldad en el niño es reflejo de la separación entre los pensamientos propios y de sus iguales, y entre los de los mayores. La separación es profunda, han conseguido formar un mundo en el que no participan los padres, salvo para conseguirles las cosas. En definitiva los padres les interesan en que les consiguen las cosas, y la crueldad es un camino. Otro posiblemente son las atenciones y cariños fingidos de los niños, que posiblemente sea una variante de la misma crueldad.
Esta situación se pone de manifiesto en torno a los 5 años, prolongándose en el tiempo indefinidamente.
Mientras su aprendizaje personal sigue siendo visual, su pensamiento lógico incapaz de razonamientos complejos, y sin ser capaz de esforzarse en algo para conseguir un fin. Con los padres una lejania, una apatia como corresponde al hecho de haber tenido que formar su vida al margen de ellos. Y que sólo son vistos como conseguidores de cosas.
Los pensamientos de los mayores, en los que están lo que dicen los padres, se encuentran que existe otro grupo, la sociedad. Que en vez de conseguirles cosas, se las niega.
Cuando llega la pubertad se refuerza el pensamiento entre iguales, por la necesidad de estar en grupo.
La manifestación más espóntanea de esta necesidad de estar en grupo son los botellones. Tienen todo lo necesario para que le guste a un joven, están en grupo, un acto de rebeldia contra los mayores, ya sean padres, profesores o autoridades; y una experiencia personal nueva, el alcohol.
El alcohol desinhibe, lo que necesitan para que el grupo esté más unido. No serán capaces de explicitarlos pero el alcohol los libera de una realidad que no les gusta.
Cualquier cosa que se les pueda decir padres, profesores o autoridades no sirve de nada. Ni la recompensa de una vida sana, ni el “derecho al descanso” de los vecinos, no hay razones para ellos. Todas estas razones son pensamientos de los mayores, y prácticamente no tienen valor para ellos.
Hay un grupo afectado económicamente, los de los bares. La voz de los bares la ha tomado el estado, impone leyes para impedir el botellón, pero cualquier limitación parece que no va a tener efecto.
Pero, ¿qué realidad es la que no les gusta?, o qué es lo que les gusta. En realidad ellos no lo dicen, si acaso lo que quieren de un modo simple. Lo primero que desean es tener mucho dinero, y la buena vida que conlleva. Desean trabajar poco, con una profesión indeterminada. Y por último tener éxito social, siendo famoso y/o guapo.
En realidad lo que están deseando es volver a la infancia, donde los padres les conseguían todo. En el fondo es una postura psicológica regresiva, y la forma más sencilla de simular la infancia es seguir viviendo en la casa de los padres.
El tener mucho dinero se suplanta saliendo menos, un dia o dos a la semana, es suficiente.
El éxito social se alcanza momentáneamente llegando tarde, para eso se sale muy tarde. Pero todo la gente hace lo mismo, y ya no sirve de nada.
La vestimenta es bastante provocadorá, es otro intento de tener éxito social.
Fuera de estos botellones la vida social de los jovenes es breve.
En algunos casos, hay jovenes que trabajan o tienen que trabajar. Los trabajos a los que acceden los jovenes, tienen bajo sueldo. Así no tienen aprecio por el trabajo, la desgana, el desinterés por mejorar en el trabajo.
Sienten el trabajo como una imposición, de la que están deseando salir. Por eso cuando pueden inician un desenfreno, de fiestas y, alcohol y drogas. Las fiestas tienen que ser largas, para tener mayor éxito social, por esa razón las drogas ( cocaina y pastillas).
Otros en cambio se quieren casar, para ello consideran imprescindible el independizarse, tener vivienda propia. Las viviendas son carísimas, los sueldos no son altos; con hipotecas a 30 años se solucionan. Tienen garantizado una vida de estrecheces, sobre todo si tienen hijos.
Tampoco tienen una mayor esperanza los que se pasan años estudiando. Pero si aplazan la incorporación al mercado de trabajo. La extensión de los estudios universitarios a todos los que quieran, hacen que haya muchos titulados universitarios, más de los que necesita la sociedad.
En definitiva no hay esperanzas en el futuro de los jovenes, por lo menos que sea bueno el futuro para ellos.
Si se esta en grupo donde puede haber exclusión social, lo habrá sin duda. Por ejemplo si eres mujer, minoría social, etc; ojala el presente sea bueno, porque el futuro será peor.
Las soluciones posibles a la situación de los jovenes puede ser:
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Evitar la superprotección de los niños.
Hay que incidir sobre los padres para que no comentan este hecho, a pesar de sus miedos en el futuro.
Si la superprotección proviene de la madre, y esconde un deseo de no volver a trabajar, es un problema psicológico. La solución pasaría por un mayor diálogo en la pareja, o bien ayuda psicológica en casos extremos.
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Evitar estimulaciones visuales excesivas. Para su correcta formación mental no se le puede apobuyar con estimulos visuales, sobre todo a edades tempranas. En mi opinión no es adecuada una gran cantidad de objetos al alcance de los niños, de la vista incluso. Los entornos pueden hacerse más complicados con el paso de los años, pero siempre pecando de escasos.
La televisión, otra fuente de estímulos visuales, que no la vean. Ni incluso las películas de dibujos animados, son especialmente crueles, y es lo que usan para llamar la atención a los niños.
Los juegos por ordenadores, o internet, a partir de 12 años, y muy moderamente. A edades menores no me parecen adecuados, porque para ellos es una cosa casi mágica, en los que se pueden aprender preconceptos, o afianzarlos.
Lo que nunca se puede hacer es dejar a los niños delante de los ordenadores, por tiempo indefinido, y sin saber lo que hacen. Se estimulan mentalmente de forma visual, por eso tiene que estar presente algún padre. No están demás comentarios, y preguntas sobre lo que ven. Intentando que las preguntas sean “inocentes”, provocando respuestas críticas de ellos; los comentarios más inocentes todavia, que permitan un cierto diálogo, dirigidos.
También que evitar las guarderias muy modernas, donde hay una gran cantidad de objetos y colorines. Buscar las que sean más parcas en cosas, y por tanto que tengan un mayor número de personal. Y también estar pendiente de que el sexo del personal de guarderia, no me parece muy correcto que sean solamente mujeres. Todo lo que aleje de la paridad de sexo se debe rechazar.
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Contagiarles o provocarles cualquier tipo de esperanza. Esto es, que tengan un futuro que deseen alcanzar, y que sea la directriz o generatriz de sus movimientos y pensamientos. En palabras de mi padre, “tomar la fija lejana para que la besana vaya derecha”.
Villanueva de la Serena, 19 de Octubre de 2006.
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