2/19/2008

Violencia doméstica (III)

Entre padres e hij@s.

En mi opinión lo que distingue a los niñ@s pequeños de los adultos es la capacidad que tienen los adultos de hacer cosas que deben, y no solamente el hacer lo que quieren. Por ejemplo, un bebe llora porque tiene alguna necesidad o está enfermo, y no es posible convencerlo de que lo deje de hacer. A medida que va creciendo se le puede convencer de que espere o se aguante, y tienen por lo general menos paciencia cuanto más pequeños son.

Los niños lo que saben por naturaleza que es lo quieren y aprenden rápidamemente como conseguirlo, sin importarles límites. Son pequeños dictadores que pretenden que la vida de los padres estén únicamente a su capricho y necesidades.

Los padres y sobre todo las madres tienen un proceso de aprendizaje muy simple, primero el embarazo con todas las preocupaciones que conlleva, además el embarazo cambia mucho el cuerpo de la mujer y entran en una segunda pubertad, con lo que ello conlleva de inseguridades para la pareja. Pero la ilusión del nuevo niño vence, por lo general , estas inseguridades.

Siempre esoy considerando que el hijo fuese deseado y buscado por los dos padres, eh. Si no las tensiones en la pareja aparecen.

En segundo lugar en este proceso de aprendizaje viene desde el momento de nacimiento, la mujer tiene un instinto natural por estar cerca de su hijo, y le sube la leche en el momento que el niño llora, osea que el llanto es lo que continua el aprendizaje de la madre, que al cabo de unos meses de atención continua está perfectamente enseñada para la atención casi exclusiva al niño.El padre sin el refuerzo biológico de la madre no presta tanta atención, y muchas veces tan sólo atiende al niño por indicación de la madre.

La mujer toma más el papel de jefa en la familia, achacándole al hombre, que es la víctima, reforzando la sumisión y la inactividad del hombre en la casa. La respuesta del hombre es ausentarse cada vez más de casa porque tiene que trabajar más o estar por ahí, es la único modo de liberación. Esta situación explicaría que llege a haber situaciones de violencia física hacia las mujeres. La sumisión llega a crear rebeldes, dóciles corderos al principio, si, ¿ pero después qué?

Otra cosa que desestabiliza a la pareja es la depresión postparto, que no se si va unida o coincide en el tiempo con la “segunda pubertad” de la mujer, que no se produce siempre pero debe afectar sin duda en el carácter de ella, y por tanto a la relación entre ellos.

Cuando ya ha pasado las primeras etapas, posiblemente 18 meses, el niño se ha convertido en un pequeño dictador y ya manifiesta una violencia contra sus padres, ya les exige o les impone cosas, cuando no les pega físicamente, si ha aprendido por pegarle a él, y habrá aprendido a ser violento, es así de simple.

La labor fundamental de los padres, desde el momento de nacer, es formarlos sin emplear violencia física, tener paciencia para soportar los llantos de los niños cuando se vean que son por caprichos, teniendo en cuenta que el cariño no es un capricho si no una necesidad para los niños y los padres.